Por: CIM
El objetivo es visibilizar y destacar el liderazgo de las mujeres y sus aportes fundamentales a la democracia en las Américas. La publicación busca resignificar las narrativas tradicionales sobre el liderazgo político, cuestionando los símbolos y creencias establecidas acerca de cómo “debe ser” el liderazgo. Se resalta que este enfoque ha sido construido a partir de las voces plurales de mujeres líderes indígenas, afrodescendientes, adultas, jóvenes, rurales y con discapacidad, quienes ejercen liderazgos democráticos y transformadores en los ámbitos de los derechos humanos y, en particular, de los derechos de las mujeres.
Con este trabajo, la CIM posiciona una poderosa reflexión en el marco de la quincuagésima tercera Asamblea General de la OEA y a más de 95 años desde su creación. Una interpelación al paradigma del liderazgo político existente, desde las experiencias y voces de las mujeres líderes de la región de América Latina y el Caribe. Nuestro objetivo es visibilizar y, en consecuencia, poner en valor el liderazgo de las mujeres y sus aportes a la democracia.
También contribuir en la resignificación de las clásicas y tradicionales narrativas, los símbolos instalados y las creencias existentes sobre cómo “debe ser” el liderazgo político. Y, sobre todo, que esta definición actualizada a los tiempos permita a aquellas mujeres que buscan participar en política identificarse, así como también buscar en la participación política, el fin de transformar la realidad en la que viven y el anhelo de mejorarla haciéndola más igualitaria, sin discriminaciones y libre de violencias.
Nos propusimos trabajar para “romper el molde”, es decir, cuestionar y oponernos a la ya difundida concepción de que las mujeres no “deben” ni “pueden” liderar espacios de toma de decisión. Así, en esta investigación partimos de una premisa y es que el cambio en la narrativa sobre liderazgo debe ser ahora o, de lo contrario, seguiremos invisibles y en la subalternidad durante muchos años más.
Es histórica la visión de la CIM al plantear que cuantas más mujeres, más democracia. Es este el origen de la CIM hace más de 95 años, cuando las líderes sufragistas reivindicaron el derecho al voto e incidieron en la multilateralidad que se gestaba en aquel entonces para que nunca más se hablara de nosotras, sin nosotras. Estamos apostando a que la multilateralidad, siga siendo el motor de cambio de viejos paradigmas que las mujeres interpelan y que apostamos a transformar juntas.
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