Por: Maria Corina Muskus
El 27 de abril de 2021, #YoTeCreo estalló como una de las primeras instancias importantes de activismo feminista digital (AFD) contra la violencia sexual en Venezuela. Mujeres unidas a través de Twitter (desde entonces rebautizado como “X”) e Instagram, compartieron sus experiencias. #YoTeCreo fue tendencia y abrió nuevos debates sobre la prevalencia de la violencia sexual.
A través de entrevistas cualitativas con ocho fundadoras de #YoTeCreo, este artículo se centra en las experiencias de las mujeres al organizarse en ADF contra la violencia sexual en Venezuela y examina los factores que animaron a las líderes a crear esta campaña. A través del análisis cualitativo, sostengo que #YoTeCreo no fue simplemente un trasplante del #MeToo del Norte al Sur.
Por el contrario, fue provocado por movimientos transfronterizos de ideas, personas y lugares; el papel de los medios de comunicación y el entretenimiento; el papel de las mujeres migrantes; el sentimiento de “hartazgo”, un sentido de empatía y sororidad.
Este artículo profundiza en el DFA en español, atento a las singulares culturales y políticas de Venezuela en el Sur Global; como uno de los pocos artículos contemporáneos analizan circunstancias, donde la investigación académica está poco desarrollada. Por último, amplía el conocimiento feminista y la investigación existente sobre el DFA a las voces de las mujeres que lideran el DFA en el Sur Global.
#YoTeCreo Venezuela como ejemplo de activismo feminista digital
En 2021, se creó una cuenta anónima de Instagram con el nombre de usuario @AlejandroSotoStrupo. Esta cuenta invitaba a las mujeres venezolanas que habían sufrido violencia sexual perpetrada por Alejandro Soto, cantante venezolano, a enviar sus testimonios para futuras acciones legales.
En los días siguientes, plataformas de redes sociales como Instagram y Twitter (ahora “X”) fueron utilizadas para denunciar el acoso sexual perpetrado por hombres que pertenecen a la comunidad musical y teatral en Venezuela. El 27 de abril de 2021 surgió , el movimiento #YoTeCreocreado por 74 mujeres de la industria musical, entre ellas artistas y cantantes(1). Tras la creación de este hashtag, miles de mujeres venezolanas se lanzaron a las redes sociales para compartir sus historias de violencia sexual y acoso. Al igual que #MeToo #YoTeCreo, denunció a hombres de alto perfil en las redes sociales.
Algunos de los hombres acusados de perpetrar violencia sexual en la industria del entretenimiento y la música dimitieron de sus cargos o fueron despedidos. Además, un famoso escritor, que fue expuesto por la cuenta seudónima de Twitter llamada “Pia”, se suicidó tras admitir su responsabilidad en las acusaciones contra él. El movimiento #YoTeCreo utilizó sus plataformas de medios sociales para amplificar los testimonios de mujeres y niñas que querían compartir su propia experiencia de violencia sexual reenviando, retuiteando o compartiendo. Menos de una semana después de la creación de la base de datos propuesta por #YoTeCreo en su comunicado inicial, la cuenta recibió 585 testimonios.
El monitoreo de Crónicas y Probox monitorearon los hashtags en 2021, con mensajes de apoyo a las víctimas que denuncian violencia sexual en Venezuela, siendo uno de los hashtags de mayor activismo feminista en Venezuela en 2021, #YoTeCreo tuvo alrededor de 6.595 tweets.
Al igual que otros casos, la chispa generada por #YoTeCreo fue seguida de un debate público sobre las prácticas culturales que normalizan la violencia -como la cultura de la violación, la discriminación y la violencia contra las mujeres- dirigido por líderes/as del movimiento y por activistas y ONG locales. Esto recibió una enorme atención mediática por parte de de las mujeres activistas por los derechos y el reconocimiento de periódicos y periodistas en Venezuela. Aunque #YoTeCreo se comparó rápidamente con #MeToo, este artículo cuestiona esta comparación. Al entrevistar al activismo de #YoTeCreo, exploro las motivaciones y circunstancias que llevaron a las creadoras y fundadoras de este movimiento a organizar y activar esta respuesta feminista en línea.
Puede leer el artículo de investigación completo en inglés aquí