Comunicaciones Cepaz
La Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de los Estados Americanos (CIM-OEA) y el Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Bélem do Pará (MESECVI) realizaron un webinar, moderado por Luz Patricia Mejía, especialista principal de la CIM-OEA y secretaria técnica del MESECVI, para presentar el Informe sobre la violencia contra las mujeres frente a las medidas para mitigar la Covid-19, que abarca la situación actual de la violencia contra las mujeres en el contexto de la pandemia.
En el documento se hace referencia a las desigualdades estructurales, la violencia estructural y la violencia contra las mujeres preexistente, que se ha agravado y aumentado en la actualidad, así como también menciona los patrones acentuados y los que han surgido en el contexto de la cuarentena, los esfuerzos de los mecanismos internacionales de las mujeres y nuevos planteamientos para lograr un cambio en las diversas políticas públicas.
Alejandra Mora Mora, Secretaria ejecutiva de la CIM-OEA comentó que el informe surge debido a la preocupación que se tenía desde el inicio de la pandemia acerca de la situación de los mujeres tras el mandato “Quédate en Casa”, pues para muchas la casa no es el lugar más seguro.
Expresó que a causa de las medidas que han sido tomadas en la región, como las restricciones de movilización, toques de queda, entre otros, aumentó la violencia contra las mujeres y las solicitudes en los servicios de atención y apoyo, mecanismos de derechos de la región y las denuncias en el sistema judicial.
La tasa de femicidios ha aumentado, así como la violencia física y psicológica, la violencia sexual en niñas realizado por familiares cercanos, la violencia digital en menores de edad. Se aprecia un aumento de vulnerabilidad en niñas con discapacidad y mujeres adultas mayores, quienes no cuentan con acceso a los entes oficiales para realizar la denuncia ni a los servicios, debido a sus capacidades.
Además, el aumento de la violencia contra mujeres migrantes, el abandono de adultas mayores de edad, la violencia en el ámbito de la salud y trabajo doméstico, donde mayormente se encuentran las mujeres.
Nilda Romero, ministra de la Mujer de Paraguay, expresó que a más de 20 años de la implementación de los mecanismos internacionales para la protección, ocurre violencia hacia las mujeres y las niñas en proporciones pandémicas que requieren acciones urgentes.
Comentó que las mujeres poseen información muy básica para ejercer sus derechos, llevando a la reflexión sobre la necesidad de seguir empoderando a las mujeres en cuanto a la protección jurídica para una vida libre de violencia.
ONU Mujeres, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y otros organismos internacionales han realizado acciones de coordinación para la mediación y el fortalecimiento de la capacidad de respuesta de la región.
Romero comentó que se requiere trabajar por la igualdad entre mujeres y hombres, niños y niñas, la distribución equitativa y armónica de las responsabilidades reproductivas y productivas, la corresponsabilidad estado-sector privado, las alianzas estratégicas, el desarrollo pleno de las capacidades de las mujeres en pro al desarrollo global y nuevas condiciones de forma óptima.
Culminó resaltando la importancia de la participación de las mujeres en el diseño del modelo de post pandemia, que incluya reformas constitucionales e institucionales.
Janet Camilo, ministra de la Mujer de la República Dominicana y presidenta de la CIM-OEA, indicó que esta pandemia ha impulsado a reinventarse e innovar. Resaltó que las mujeres están en menos posiciones de jerarquía de salud, pero la mayoría de los trabajadores en el área son mujeres y así mismo ocurre en los partidos políticos.
Expresó que una pandemia en el área de la salud, que involucra a toda la sociedad, hizo que los derechos sexuales y reproductivos queden en tercer o cuarto punto de agenda, en consecuencia, ha habido un retraso en el tema. Por ello, se debe seguir fortaleciendo a los organismos y ministerios para la inclusión de la perspectiva de género en la respuesta.
Janet Camilo mencionó varias recomendaciones aplicadas en la región para erradicar la violencia contra la mujer, como las líneas de WhatsApp y las llamadas telefónicas, programas de transferencias monetarias, campañas comunicacionales, el fortalecimiento de la alianza público-privada, entre otros.
La pandemia ha retrasado la Agenda 2030, especialmente en las mujeres. Se tiene un desafío post pandemia para enfrentar a la economía, y se tiene como tarea trabajar en la reforma fiscal y la perspectiva de género, de manera diferenciada, debido a que la compra de productos básicos para el hogar es mayormente realizada por las mujeres.
Así mismo, cree importante el nacimiento de un nuevo pacto social que derive estados paritarios, que haga referencia a la eficiencia, eficacia, inclusión y acceso solidario de los servicios y los derechos para todos.
Tatiana Rein Venegas, presidenta del Comité de Expertas del MESECVI, destacó que se han propuesto una serie de medidas en la línea de las políticas públicas en prevención y atención de la violencia, acceso a la justicia, políticas públicas para el fortalecimiento institucional y en relación a información y estadísticas.
Cree importante implementar mecanismos de alerta de género, seguimiento de casos preexistentes y servicios de denuncia inmediata. Expresó su preocupación por la violencia digital, ya que se recomienda la tecnología para realizar denuncias, pero debe haber una inversión en la detección de delitos informáticas y en la investigación acerca de la afectación diferenciada en diversos grupos de edades de las mujeres, pues puede ser un canal para la trata.
Jessica Padilla, ministra de la Mujer de Nicaragua, comentó que la pandemia ayudó a resaltar la importancia de las instituciones del Estado y la incorporación de las mujeres en espacios de decisión.