Por: Fernando Aranguren
Fuente oficial: Costa del Sol
La Argelia Laya con la cual trabajé identificado con una causa fundamental que es trabajar por las mujeres de todos los contextos porque lo importante para ella era la causa de las mujeres, por encima de cualquier ideología y desmontando permanentemente la manipulación de la cultura machista de utilizar a las mujeres pero no darle su valor en el momento de tomar decisiones e ir hacia la búsqueda de un mejor país.
Una de las características de su accionar político fue reforzar el ritmo en su palabra, el ritmo en su acción y el ritmo que movía musicalmente las emociones de las personas que la oían y terminaban identificadas por sus preocupaciones sobre las violencias hacia las mujeres en todos los ámbitos. Por eso, ella insistía siempre que la equidad y la igualdad eran productos de un esfuerzo conjunto de la sociedad, donde las mujeres ya habían dado una gran cuota de acción y además de sacrificio no reconocido por la cultura patriarcal y caudillesca.
Argelia Laya siempre comentaba que era importante que las mujeres llegaran a los puestos del liderazgo pero que fundamentalmente no pensaran en el momento que llegaran en convertirse en lideresas con bigotes no comprometidas con las mujeres y, siempre impulsando la necesidad que toda mujer que llegue a puestos de dirección ayude a otra a seguir subiendo juntas para poder transformar la realidad en todos los espacios.
Por eso Argelia insistía en que la lucha por los derechos humanos tendría que ser transversal a la lucha por la equidad e igualdad. Argelia siempre se comprometía en que la educación era uno de los medios para poder hacer que las mujeres se incorporaran a los espacios siempre comprometidas con dar la mano a las mujeres y a la sociedad para transformarlas, no para mantenerlas en las viejas formas del poder que se basan en la violencia y el no permitir que los seres humanos progresen en búsqueda de su felicidad.
Podemos recordar una frase de Argelia cuando se le preguntaba cuándo comenzó su rebeldía, ella le contesta a la persona que le preguntaba mi primera rebeldía fue al nacer, pues mis padres querían que fuera varón y nací hembra. Desde allí se descubre una naturaleza que se revela con la realidad para transformarla todos los días concentradas en que no es solamente para ella, sino es para todas.
Desde muy joven comienza a militar en la causa por la sociedad y una de sus formas de accionar fue ser secretaria general de la Unión de mujeres nacionales en 1941 a 1945. Desde ese momento va insistiendo en la necesidad de la incorporación de la mujer, no solamente en el decir, sino en la toma de decisiones.
Un tiempo después, fue diputada por el estado Miranda al Congreso nacional en diversas oportunidades, concejal en el distrito sucre del estado Miranda y del distrito federal, promotora de la creación de la coordinadora de organizaciones no gubernamentales de mujeres, con Ginebra, de la comisión femenina asesora de la presidencia de la República en el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez y promotora del consejo nacional de la mujer, organización y estructura basada en la incorporación de todas las organizaciones de mujeres y de todos los partidos de ese momento.
Esta propuesta permitió que el movimiento de mujeres pudiera pensar y accionar para crear políticas públicas con sentido de equidad de género.
Argelia Laya se convierte en la primera mujer presidenta de un partido, cuando es nombrada presidenta del movimiento al socialismo, más de ahí propone el proyecto unitario de educando para la igualdad, introducido en el Ministerio de educación de la época, lo cual promueve como coordinadora y organizadora de un evento que tiene por título: La consulta nacional para prevenir el embarazo mediante la educación sexual, este paso promueve visibilizar la lucha por una sexualidad libre y responsable, donde las mujeres son dueñas de sus cuerpos.
Argelia fue promotora desde el momento cuando era concejal en Petare del proyecto casas de la mujer que se vendría a ser vigente por primera vez en el estado Zulia. Este esfuerzo es recogido en Caracas en la casa de la mujer de Catia y reforzado por la creación en el congreso nacional de la República de Venezuela en una comisión para los derechos de la mujer y en la implementación en la fracción del movimiento al socialismo más de la primera oficina de atención a la mujer, esto fue uno de los ejemplos de que las palabras son acción y se convierten en hechos.
La propuesta de las casas de la mujer que se ocuparían de ayudar a las mujeres y educar para disminuir y desaparecer la violencia en sus vidas cotidianas siempre comprometidas con que lo privado también es público, como dice el feminismo en su acción transformadora.
Argelia insiste en la idea de que en todo el país se puedan dar las casas de la mujer. Por eso se logra hacerla en el estado Sucre, Delta Amacuro y Amazonas, experiencias que visibiliza la importancia de desaparecer la violencia hacia las mujeres, las niñas y las adolescentes en todos los espacios porque sin lugares libres de violencia no puede haber desarrollo ni progreso en un país, donde no exista el respeto a los derechos humanos.
Nos motivó a hacer esta semblanza sobre Argelia Laya para recordarla y recordar su ejemplo de lucha por la causa de la mujer y además de lucha por la eliminación de todas las formas que discriminación con las mujeres en todos los espacios, además de siempre recordarla que el día que se nos fue el el 27 de noviembre de 1997, en el cual nos dejó el trabajo de continuar con la lucha y con la causa que son las mujeres.
ONG Hombre por la Equidad e Igualdad