Desde la Red Naranja se impulsó el III Encuentro Naranja, un espacio de reflexión en el cual se analizaron los retos y acciones para el tejido social por la erradicación de la violencia contra las mujeres, que se realizó el pasado 24 de noviembre de 2021. Como en oportunidades anteriores, contamos con el apoyo de la Embajada Británica y con la presencia de organizaciones y personas que forman parte del espacio.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Becks Buckingham, encargada de negocios de la Embajada Británica en Venezuela, y Jany Joplin González, coordinadora de Defensa del Centro de Justicia y Paz (Cepaz). Buckingham comentó que para la Embajada es muy importante seguir apoyando a las organizaciones que trabajan sin descanso por la promoción del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
Promover la igualdad de género y los derechos de las mujeres y niñas es fundamental para el Gobierno Británico, aseguró la representante diplomática. Incluyendo los esfuerzos para garantizar 12 años de educación para cada niña. La violencia de género es una de las violaciones de derechos humanos más extendida en el mundo, 1 de cada 3 mujeres en el mundo sufren violencia física o sexual, a lo largo de su vida, recordó Buckingham.
Jany Joplin González comentó que desde la Red Naranja agradecen el espacio de reencuentro, formación y cocreación en el marco del Mes Naranja, enfocado en la sensibilización y concientización para la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes.
A su vez, González indicó que la violencia contra las mujeres se ha incrementado de manera exorbitante durante los últimos años, debido al encierro por la pandemia y el aumento proporcional del tiempo que comparten las víctimas con sus agresores. Lo que llevó a la reflexión desde la sociedad civil y replantearse el acompañamiento para las víctimas de violencia, con diferentes alternativas y prácticas innovadoras.
La coordinadora de Defensa de Cepaz expresó que es importante que se siga fortaleciendo la Red Naranja y que se creen redes de apoyo y de ayuda para que las mujeres sepan que no están solas, a pesar de un Estado que no acciona y no tiene como prioridad los derechos de las mujeres venezolanas.
Luego, Fernando Aranguren, director de Hombres por la Equidad y la Igualdad y Verónica Colina, integrante de Cepaz, presentaron las acciones que se han emprendido desde el equipo promotor del 2019 hasta el 2021. Aranguren señaló que el equipo promotor impulsa la participación de las personas para que sirvan de puentes sobre las acciones de la red. Este equipo ha estado a cargo de Cepaz, Hombres por la Igualdad y la Equidad, Amnistía Internacional Venezuela, Fundamujer y Aliadas en Cadena.
Verónica Colina recordó los medios de comunicación que tiene la red, los cuales son la página web, el Google Groups, el WhatsApp y las redes sociales para la difusión y promoción de las iniciativas. Durante el acompañamiento del equipo promotor en el 2021, se han logrado espacios de formación para más de 1195 personas. Hay 84 activistas y ONG inscritas y 26 nuevos activismos en la página web.
Por su parte Norma Ferrer, coordinadora de Asistencia Legal Anticorrupción de Transparencia Venezuela e investigadora con perspectiva de género, hizo una revisión de nuevas afectaciones diferenciadas y los retos en la violencia contra las mujeres, en relación al contexto actual del país.
Ferrer indicó que existen diferentes tipos de violencia que se han visibilizado recientemente, debido a la pandemia, la emergencia humanitaria compleja y el surgimiento de distintos contextos. Entre ellas, la violencia vicaria, donde el mecanismo usado por el agresor es el desplazamiento, ejerciendo poder y daño a través de hijos, hijas, familiares, amigas, entre otros.
En Venezuela, a pesar que es un tipo de violencia que no está tipificada en la legislación, se puede atribuir a delitos que se encuentran en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA) y el Código Penal.
Igualmente, mencionó la violencia política, que en Venezuela se vio reflejada en videos y acciones de candidatos y/o candidatas a elecciones para puestos públicos en las elecciones del pasado 21 de noviembre, y las barreras de acceso para las mujeres en los espacios de toma de decisiones.
Por otro lado, comentó que la migración forzada ha tenido un impacto diferenciado en las mujeres y han sido víctimas de tráfico, trata, amenazas, raptos, corrupción, discriminación, explotación sexual, sextorsión y/o abusos de poder.
Durante el espacio, Malú Valerio, artista textil y activista de Sobrepasadas, con el apoyo de Fernando Aranguren y Melanie Agrinzones, orientó el proceso para la elaboración de banderines en los que las personas participantes del encuentro escribieron el nombre de cada víctima de femicidio. El espacio sirvió para conmemorar y recordar a más de 235 víctimas de femicidio y 7 muertes de mujeres trans en Venezuela, según la documentación realizada por el Centro de Justicia y Paz (Cepaz), e Interseccional.
Valerio agradeció la invitación y compartió la experiencia de Mujeres contra las Violencias, donde buscan habitar la calle, poner sus cuerpos en ella y que las voces se manifiesten para unirse y movilizarse ante la situación que vive el país, para proteger a las mujeres y disidencias.
Además explicó que la actividad apuntaba a realizar un homenaje a las víctimas de femicidio. Valerio pidió que se conectaran con las víctimas que en algunos momentos se ven como estadísticas, pero son personas que tuvieron familias y vidas que fueron arrebatadas por la violencia machista y patriarcal.
Para culminar, Rossie Cedeño y Juan Carlos Mogollón, parte del equipo que desarrolla el proyecto Scere, enfocado en el fortalecimiento del espacio cívico en el país, realizaron reflexiones acerca del espacio de la Red Naranja y cómo fortalecerlo, mediante estrategias de articulación.
Juan Carlos Mogollón mencionó que una red es un espacio libre y organizado que genera cambios, con múltiples miembros que poseen diversos perfiles. Las participantes expresaron que la Red Naranja significa articulación, apoyo, sororidad, consenso y alianzas.
Mogollón resaltó la importancia de trabajar en red, ya que en el contexto venezolano, en medio de un ambiente de persecución y/o negación de los derechos humanos, resulta fundamental enfrentar las amenazas en colectivo.
Para ello, se debe trabajar en contrarrestar los discursos que distorsionan o se apropian de las reivindicaciones de las mujeres, informar sobre la realidad de las mujeres en el país, crear y ocupar espacios de incidencia y trabajar en unión.
Rossie Cedeño expresó que las redes son una recreación del espacio cívico, arraigado en la autonomía, diverso, abierto, horizontal, libre, cambiante y expansivo. A su vez, invitó a reflexionar en algunos aspectos como ¿Qué nos vincula?, ¿Qué esperamos de las conexiones, entre los diferentes integrantes que participan libremente en la red?, ¿Cuáles son las características de esas conexiones?, fortalezas y propuestas para propiciar, mantener y proteger las conexiones, con el objetivo de organizarse, de forma fluida, libre y democrática.
La ponente comentó que se deben realizar acuerdos, especialmente cuando ocurren conflictos o existen diversas posturas sobre una situación en específico. Desde Civilis, afirman que es más fácil coordinar en red, ante la unión y la acción en un momento específico, mediante el debate y la consulta entre las partes.
Cuando se trabaja en red, se relaciona la resiliencia como una capacidad social y humana, aparece ante adversidades, la cual requiere de cambios, con el objetivo de accionar en pro a regenerar, recuperar, transformar y superar.
Ampliando visiones
Carmen González señaló que se podría hacer mayor incidencia para la inclusión de mujeres en los espacios de toma de decisiones. Beatriz Borges compartió que luego de 6 años, le complace ver que se pueda pensar, ampliar visiones y estar presentes, de forma presencial y virtual.
Por otro lado, Diana Merchán recalcó que las mujeres que se encuentran en los partidos políticos son ciudadanas, se enfrentan frecuentemente a situaciones de violencia y el objetivo es lograr una mayor participación política de las mujeres mediante la práctica de sororidad entre todas.
Yomara Balzán señaló que desde el 2016, cuando se reunieron un grupo de organizaciones comprometidas con los derechos de las mujeres, especialmente a una vida libre de violencia, surgió la iniciativa de la Red Naranja, junto al encendido del Obelisco, como un momento crucial que permitió identificarse y unirse para comenzar a hacer un trabajo colaborativo, de forma horizontal.
La Red Naranja ha sido una experiencia de crecimiento, respeto y trabajo en conjunto. Balzán recordó que se han tenido momentos buenos, mejores y difíciles y a pesar de ello, se ha logrado avanzar y superar los retos que se presentaron en el camino.