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Hermanlyg Rios López

Hermanlyg Rios López

Abogada con 30 años de ejercicio profesional. Especialista en Derecho Mercantil, Derecho Tributario y cursando postgrado en Derechos Humanos en la UCV. Defensora de derechos humanos con especial interés en la promoción de los derechos de las mujeres.

Crisis, Desigualdad y Emprendimiento: El Desafío Laboral de las Mujeres Venezolanas

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En las últimas décadas, Venezuela ha enfrentado un serio retroceso en su desarrollo, resultado de la crisis socioeconómica que atraviesa. Según el Observatorio Venezolano de Finanzas, la economía nacional se contrajo 7 puntos en el primer semestre de 2023, convirtiéndose en una fuente de referencia independiente debido a la escasez de datos actualizados de entidades oficiales, como el Banco Central de Venezuela. (Ocando, 2023).

Aunado a ello, de acuerdo con los datos de la ENCOVI, la tasa de participación económica de las mujeres en Venezuela sigue siendo preocupantemente baja. Para el año 2023, apenas un 37,3% de las mujeres entre 15 y 64 años formaban parte de la fuerza laboral, ya sea trabajando o en búsqueda activa de empleo. Esto implica que sólo cuatro de cada diez mujeres en edad productiva participan activamente en el mercado de trabajo del país (Deutsche Welle, 2023).

En vista de la actual situación, es crucial que las mujeres reciban la formación necesaria para adaptarse a las demandas del mercado laboral, lo que se hace cuesta arriba debido a las marcadas diferencias sociales y económicas evidentes en el país.

Según los datos proporcionados sobre la situación socioeconómica en Venezuela de la Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida (ENCOVI) del 2023, se constata que en 2022 debido a una liberalización económica los niveles de pobreza de ingresos cayeron significativamente, sin embargo los resultados de 2023 indican que esta mejoría se estancó: el 82,8% de los hogares fueron clasificados como pobres por ingreso (sin suficiente dinero para adquirir la canasta básica), y el 51,9% experimentó pobreza multidimensional, afectados por aspectos como vivienda, servicios públicos, protección social, empleo y educación.  (ENCOVI, 2023).

Dado que los salarios no están dolarizados o no son suficientes para cubrir la canasta básica y las necesidades de la población, muchas personas han encontrado en el emprendimiento una oportunidad.

Venezuela es uno de los países con mayor tendencia emprendedora no solo de Latinoamérica sino del mundo, pese que tiene un contexto muy complejo para el emprendimiento, afirma el Instituto de Estudios Superiores de Administración (2024), que “el espíritu del venezolano sigue siendo emprendedor, al subir del puesto N°15 (2022) al puesto N°9 en Actividad Emprendedora Temprana (TEA), de entre 45 países que completaron el estudio del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2023.” 

A lo largo de la historia, la mujer venezolana ha destacado por su deseo de integrarse en el ámbito laboral y académico.

Inicialmente, el emprendimiento femenino era una opción para un número reducido de mujeres y una estrategia de supervivencia para muchas más.

Es por ello, que deben dotarse de los conocimientos y las habilidades necesarias que les permitan garantizar una sustentabilidad y sostenibilidad en el tiempo.

Asegura Hirwing Gonzalez, profesora de la Cátedra de Innovación y Emprendimiento UCAB, mentora del programa Acelera UCAB/ITALBANK  y Embajadora del Programa  Semillero de Emprendimiento de AME de Venezuela (Asociación de Mujeres de Emprendedoras de Venezuela), que “algunas de las ideas de negocio que podrían ser exitosas en 2024 son editor en línea, marketing digital, coaching, asistente virtual, diseñador gráfico, consultor de viajes, organizador de eventos e instructor de fitness.” (Rodríguez, 2023).

Tomando en cuenta que las mujeres venezolanas son talentosas e innovadoras, el emprendimiento es una oportunidad para las mujeres que han quedado desempleadas producto de la crisis y que llevan las cargas de cuidado del hogar.

Sin embargo, es crucial que se garantice el respeto y la protección de los derechos de las mujeres emprendedoras, implementando políticas públicas que promuevan programas de formación, opciones de financiamiento, oportunidades de mercado y otras iniciativas similares.

Siendo uno de los objetivos, la capacitación a las mujeres emprendedoras para que no se limiten a emprender sólo por obligación, sino que adquieran las competencias necesarias para progresar.

Además, es importante planificar y/o diseñar campañas comunicacionales que apoyen, estimulen e impulsen el emprendimiento femenino.

Es fundamental desarrollar políticas educativas integrales que preparen a las mujeres para el emprendimiento y fortalezcan sus habilidades vitales.

Las desigualdades de género están teniendo un impacto significativo en las condiciones de vida de las mujeres en Venezuela.

Muchas mujeres enfrentan limitaciones en sus horarios laborales debido a responsabilidades de cuidado, enfrentan barreras como el “techo de cristal” en posiciones de liderazgo y desigualdad salarial por el mismo trabajo.

Por lo tanto, los investigadores de la Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida (ENCOVI) sugirieron la aplicación de una “verdadera política social con perspectiva de género”, la cual implica tres aspectos fundamentales: garantizar que las mujeres puedan trabajar por más tiempo y de manera estable; promover la integración de las mujeres en el mercado laboral; y fomentar iniciativas de emprendimiento específicamente diseñadas para mujeres. (ENCOVI, 2023).

En este contexto, además de enfrentar obstáculos estructurales, también asumen la carga adicional de las tareas de cuidado.

A pesar de las adversidades, las mujeres venezolanas han demostrado una gran capacidad convirtiéndose en un pilar fundamental para la economía del país. 

Por consiguiente, es fundamental reconocer y respaldar de manera efectiva a las mujeres, lo que permitirá superar las desigualdades existentes.

Referencias Bibliográficas