Las mujeres entre 15 y 44 años de edad corren mayor riesgo de ser violadas o maltratadas en casa que de sufrir cáncer o accidentes de tránsito, según estadísticas del Banco Mundial. En Venezuela, no solo se han agravado los casos de violencia de género, sino que en los últimos cuatro años han emergido nuevas formas de maltrato, las cuales no siempre resultan evidentes por encontrarse invisibilizadas al camuflarla dentro de las creencias sociales de lo que significa “ser mujer”, según organizaciones no gubernamentales que luchan en favor de los derechos de las mujeres en el país.
“La cultura permite la violencia contra la mujer” afirma Beatriz Borges, directora de la ONG Centro de Justicia y Paz (Cepaz), quien señala que muestra de ello es la publicidad donde se destaca la sexualidad femenina y no su inteligencia u otras virtudes. También es muy visible en los piropos callejeros, en los que se le irrespeta como ser humano y se minimiza a un objeto sexual.
El Observatorio Venezolano de Derechos Humanos de la Mujer nace de la necesidad de seguir y monitorear las violaciones a los DDHH de las mujeres, pues el Estado tiene la obligación de garantizar una vida sin violencia para todos. Por eso su coordinadora, Isolda Heredia, explica que la prevención de la violencia inicia “al conocer nuestros derechos para poder exigirlos”. Añadió que en los últimos cuatro años “pero especialmente este último periodo, las violencias emergentes se han agravado”.
La escasez de alimentos y medicinas también es considerada una violación a los derechos de la mujer. La falta de métodos anticonceptivos, de tratamientos contra el cáncer de seno o de útero representan asimismo una nueva forma de violencia contra la mujer, señaló Heredia.
En el informe Mujeres al Límite, presentado por cuatro ONG sobre la situación de las venezolanas que padecen por la crisis del país, se mostró que solo en el mes de julio, el 72% de las mujeres en edad fértil manifestaron no haber encontrado ningún tipo de anticonceptivo en los últimos 12 meses. Según el Ministerio para la Salud, en el año 2016 solo se cubrió un 2% de la demanda de estos medicamentos en el país.
Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada». La legislatura venezolana cuenta con la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en donde son consideradas 21 tipos de violencias contra la mujer, los tipos de delitos y sus respectivas penas.
Las formas de violencia contra la mujer pueden ser perpetradas por el Estado y sus agentes, miembros de su familia, amigos, pareja, compañeros de trabajo, personal de la salud, así como extraños o desconocidos.
Sin embargo, es importante resaltar que la violencia de género no ocurre solo con mujeres como víctimas. “Sí hay casos de hombres maltratados, pero no es una pandemia como la de las mujeres”, explicó Ofelia Álvarez, directora general de la Fundación para la Prevención de la Violencia Doméstica hacia la Mujer en Venezuela (Fundamujer), organización que brinda asesoría a las víctimas en momentos de crisis.
Precisó que la violencia en la pareja inicia desde el noviazgo y generalmente lo hace de formas más sutiles. “Es posible que su novio comience por el uso de frases posesivas o chistes denigrantes y avanza al imponer ideas, formas de vestir. Luego el control, los celos desmedidos, las prohibiciones sobre con quiénes o cuándo salir, como ver a amistades o familiares”.
La experta señaló que en las llamadas que recibe Fundamujer, puede identificar como un patrón común que los golpes en la relación de pareja comienzan después de los tres o cuatro años de relación, pero el maltrato psicológico está presente desde el inicio.
“La pareja llega a ser un experto en la manipulación, al pedir perdón y segundas oportunidades. Cuando se perdona, el ciclo vuelve a comenzar pero las agresiones cada vez ocurren de forma más rápida y más profunda”, refiere Álvarez.
El primer paso para salir de una situación de violencia de género es reconocer que hay un problema, que existe una situación que como mujer te hace sentir incómoda o que se vive con miedo, pues la víctima siente que es forzada a hacer algo que no desea.
Una vez se reconoce esto, es importante pedir ayuda; puede ser a un familiar, un amigo, un compañero de trabajo o a organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos, como Fundamujer, Cepaz, el Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de la Mujer o cualquier integrante de la Red Naranja, quienes le brindarán asesoría personalizada para adecuarse a cada caso. Pero lo primero que se debe recordar es que en la lucha contra la violencia y el maltrato hacia la mujer, las venezolanas no están solas.
Artículo cortesía de Efecto Cocuyo
Foto: Cortesía de Efecto Cocuyo