La Red Naranja realizó un taller acerca del Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (Femicidio/Feminicidio) el pasado 26 de febrero de 2021, dirigido a organizaciones de la sociedad civil ubicadas en Maracaibo, Caracas, España y Estados Unidos.
El taller fue facilitado por Beatriz Borges, abogada y directora ejecutiva del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) y Yolima Arellano, abogada y coordinadora del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres en el núcleo andino.
Ambas ponentes hicieron una introducción en el ámbito jurídico sobre dicho modelo de Protocolo creado por ONU Mujeres, la Campaña Únete y la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de los Derechos Humanos (Acnudh) en el año 2014.
Borges comentó que la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw) señalan que la discriminación es toda distinción o exclusión que se basen en determinados motivos, como la raza, el color, el sexo, entre otros.
El Estado tiene que tomar medidas frente a situaciones que generan desigualdad como las relaciones de subordinación o los patrones entre hombres y mujeres, dentro de la sociedad patriarcal, señaló Borges.
El análisis de género debe ser abordado de forma integral y mediante la contextualización, es decir, lo que ocurrió, cómo, qué pasó, cuándo, quién, entre otras preguntas clave.
La directora ejecutiva de Cepaz se refirió al Protocolo como una herramienta práctica para realizar la investigación de las muertes violentas de las mujeres desde una perspectiva de género, propiciando justiciabilidad y garantías de reparación y no repetición.
Además, el protocolo está dirigido a los funcionarios de los Estados, los operadores de justicia, quienes son responsables de la investigación, procedimiento y sanción de los victimarios, así como también a toda persona que se encuentre interesada en la temática de la violencia contra las mujeres.
Borges aseveró que se debe ir más allá de las estadísticas y del análisis centrado en la relación entre victimario y víctima, investigando las causas del hecho.
Para concluir, mencionó la necesidad de tener datos oficiales sobre los hechos en Venezuela, ya que es una obligación del Estado para crear políticas públicas efectivas y comentó sobre la campaña “Son Mujeres, No Números”, la cual lleva a cabo la Cepaz, que tiene como objetivo recalcar lo necesario que es realizar un análisis vinculado a la ocurrencia del femicidio, sus caracterizaciones y/o consecuencias ya que esto permite ampliar el marco de acción para su prevención.
Yolima Arellano expresó que la Cedaw instó a reconsiderar la definición de femicidio en la legislación venezolana para que esté relacionado a las normas internacionales.
La abogada se refirió a los órganos que tienen competencia en la materia como los Tribunales especializados en materia de violencia contra la mujer, el Ministerio Público, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).
Los Estados están obligados a cumplir la debida diligencia, es decir, a adoptar medidas eficaces y oportunas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
En el caso de los femicidios, los Estados tienen el deber de prevenir, modificar, transformar y poner fin a los estereotipos de género negativos, investigar, sancionar y garantizar una reparación justa y eficaz.
Arellano comentó que el Protocolo establece diversos estándares como la existencia de instancias judiciales independientes e imparciales, la oportunidad y oficiosidad de la investigación, la calidad de la investigación penal con perspectiva de género, el recaudo y protección efectiva de las pruebas, la participación efectiva de las víctimas y representantes en todo el proceso.
El Protocolo de Minnesota hace énfasis que cuando se trata de muertes violentas de mujeres o de suicidio, el equipo investigador debe presumir que se trata de un femicidio.
Yolima Arellano indicó que se deben tener distintos enfoques como el análisis de género mediante el estudio del contexto y los motivos asociados en la situación, el marco de interpretación sobre los múltiples factores que pueden incidir en la esfera individual, relacional, comunitario y social, así como también un análisis interseccional, cuya finalidad es identificar las discriminaciones presentes y el impacto diferenciado en las mujeres.
Para concluir, la facilitadora explicó los motivos sociales, ejercicios prácticos sobre el contexto, los motivos y elementos del femicidio como el escenario, los sujetos activos y pasivos, las formas de violencia, los antecedentes de violencia, entre otros.
Este taller es dictado por la Red Naranja a organizaciones y personas interesadas. Escríbenos a rednaranjavenezuela@gmail.com y te daremos más información.