Por Comunicaciones Cepaz
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó el pasado 19 de agosto un webinar acerca de la situación de los derechos de las mujeres en el contexto de la pandemia.
El webinar con la participación de destacadas panelistas, Soledad García Muñoz, Relatora Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESC) de la CIDH; Nelsy Ku Chay, coordinadora de la Red nacional de casas de la mujer indígena y afromexicana; Amanda McRae, directora de Women Enabled International y María Inés de Silva, profesora universitaria y especialista en salud pública.
Afectación de las mujeres y niñas
Soledad García Muñoz expresó que las mujeres y las niñas son las más afectadas durante la pandemia en relación a los cuidados. La desigualdad es profundizada cuando no van a las escuelas, especialmente en la economía y frente a los riesgos de violencia en los hogares.
Durante la pandemia como una medida de prevención de contagio del virus de la Covid-19, 90 países indicaron el confinamiento para el aislamiento físico de la población en sus hogares. En el caso de las mujeres y las niñas esto ha sido un riesgo mortal. El confinamiento ha aumentado la tensión, el estrés y la ansiedad en los hogares porque las personas se encuentran preocupadas por la seguridad, la salud y el dinero.
Los enfoques centrales de la CIDH durante la pandemia han sido la violencia doméstica, la violencia sexual, los efectos económicos para las trabajadoras domésticas y las mujeres más vulnerables, indicó García Muñoz.
Señaló la relatora que los Estados tienen el deber de garantizarle a las mujeres los niveles óptimos de vida en los refugios y los albergues, así como la existencia de los mismos en las diferentes localidades del país, con las debidas medidas de prevención de la Covid-19.
Durante la pandemia se ha realizado un recorte presupuestario a los servicios dirigidos a las mujeres, las niñas y las adolescentes , así como en los programas de asistencia prenatal y control del embarazo.
Brechas de respuesta
Amanda McRae indicó que existen millones de personas con discapacidad en el mundo y la mitad, son mujeres, siendo doblemente vulnerables. Presentan mayores riesgos de violencia y la discriminación, con la necesidad además de cubrir los servicios básicos y los medicamentos requeridos, frente a grandes dificultades económicas.
En la crisis sanitaria por la Covid-19, han existido brechas de respuesta para las personas con discapacidades, especialmente las mujeres. Se debe tener un enfoque interseccional y ofrecer medidas diferenciadas para toda la población, así como en casos que requieran el acceso a los tratamientos, los servicios y los medicamentos pala la atención de la salud, en garantía de sus derechos.
María Inés de Silva manifestó que la raza, el género y la posición social son los factores determinantes del racismo, en el acceso a los derechos y el trato en el sistema social. También, indicó que la sociedad esta racializada porque las personas de piel clara no son determinadas como una etnia, a diferencia de las personas de piel oscura.
Mujeres indígenas
Nelsy Ku Chay señaló que existen dificultades con las casas de abrigos y los servicios de la salud sexual y reproductiva. Las mujeres indígenas y sus familias se ha contagiado del virus de la Covid-19, sin estar preparados para afrontarlo ni poseer la prevención necesaria en las comunidades, ante la ausencia de protocolos de atención frente al virus y de personal especializado para el diagnóstico, teniendo que acudir a los remedios caseros y las plantas medicinales.
Además de todos los riesgos de la comunidad indígena, las mujeres se enfrentan a una sobrecarga en los cuidados, el desempleo y el encarecimiento de la canasta básica, trayendo consecuencias en la salud emocional y física.
Ausencia de respuesta
Amanda McRae recomendó que los proveedores de salud sexual presten atención a la violencia de género; la existencia de los sistemas de apoyo a las personas con discapacidades y la creación de kit de herramientas para las mujeres, las niñas y las adolescentes.
El avance en la normativa ha ampliado el derecho de la mujer a una vida libre de violencia, y a los derechos sexuales y reproductivos, pero en la realidad la aplicación aún sigue siendo deficiente y existen diversas dificultades para la ejecución, incluyendo la ausencia de la respuesta en medio de la crisis sanitaria de la Covid-19.
Nelsy Ku Chay enfatizó que no existen los protocolos para el abordaje de la violencia en aumento durante la pandemia, incluso los juzgados se encuentran cerrados. Existe una ausencia de protección para las niñas y las adolescentes, así como en el abordaje de la salud mental para las víctimas de violencia de género. Incluso en muchas ocasiones se produce la revictimización.
Es importante trabajar en la centralidad de la perspectiva de género, incluso en las resoluciones 01-20 y 04-20 de la Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada a Crisis para la Pandemia del COVID-19 , en la vigencia de la Convención Belém Do Pará durante la pandemia y su artículo 5, resaltando que el tema de los cuidados desnuda los efectos diferenciados en la pandemia.