En Venezuela nos encontramos en un entorno de violencia generalizada, enmarcada en una emergencia humanitaria compleja, que ha demostrado tener un impacto desproporcionado y diferenciado sobre la vida de las mujeres. Sus derechos son vulnerados de múltiples formas.
Organizaciones de la sociedad civil, activistas, estudiantes y expertos se reunieron el 22 de noviembre de 2019 en el II Encuentro Naranja, para analizar esas vulneraciones y hacer propuestas en tres mesas de trabajo. En espacio de análisis fue organizado por el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) en alianza con el Centro de Estudios de la Mujer (CEM) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Fundamujer y el apoyo de Civilis Derechos Humanos y la Embajada Británica.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la profesora Isabel Zerpa, directora del Centro de Estudios de la Mujer, quien señaló que los trabajos a presentar fueron realizados por mujeres muy trabajadoras de organizaciones comprometidas con la lucha por los derechos de las mujeres que tienen en común alcanzar la eliminación de la violencia de género.
Por su parte, la representante de la Embajada Británica, Antonella Di Ciano, señaló que esta representación diplomática ha apoyado a la Red Naranja desde su fundación. Agradeció de manera particular a la directora ejecutiva de Cepaz, Beatriz Borges, por la consolidación de esta coalición de organizaciones que luchan por eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres, una problemática mundial que es una de las violaciones de derechos humanos más extendida, pero invisible. En el contexto de crisis en Venezuela los derechos humanos de las mujeres son aun más vulnerados, aseveró Diciano.
La primera edición del Encuentro Naranja se realizó en el año 2018 y de allí se generaron las Memorias del I Encuentro Naranja, que recogen trabajos de investigación sobre diversos temas presentados en esa oportunidad, sobre temas tan diversos como VIH, madres cuidadoras, mujeres indígenas, estereotipos en la educación y violencia sexual fueron algunos de los temas tratados. Así como también parto humanizado, construcción de ciudadanía, emergencia humanitaria compleja y mujeres defensoras.
La internacionalista Irene Coello, quien se desempeña como punto focal de género, diversidad e inclusión de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (OCHA) en Caracas, tuvo a su cargo la presentación de estas memorias. Coello señaló que el Encuentro Naranja es un espacio para la disertación, comprensión y construcción colectiva sobre un tema tan dramático para nuestras sociedades como lo es la violencia contra las mujeres y niñas. Considera que estas memorias son una interesantísima compilación de temas que un año más tarde siguen muy vigentes, desafortunadamente, y siguen demandando nuestra atención. Recordó además los orígenes de la Red Naranja, basada en una idea de Beatriz Borges, y cómo hoy en día esta alianza está más activa que nunca para el cumplimiento de sus objetivos.
La primera ponencia: “La agenda de mujeres paz y seguridad y su aplicación en Venezuela”, estuvo a cargo de Beatriz Borges, directora ejecutiva de Cepaz quien señaló que el principal propósito de la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad de las Naciones Unidas es aumentar la participación de las mujeres en la construcción de la paz y la prevención de conflictos. Añadió que hay obligaciones de los Estados que implican la participación plena de las mujeres en los procesos de construcción de la paz y la prevención de conflictos.
A juicio de Borges la participación de las organizaciones de mujeres es importante para ayudar a prevenir y resolver los conflictos, porque tienen un especial conocimiento de la realidad de las mujeres y el acceso a espacios donde otras organizaciones no pueden llegar, pues las mujeres abordan la paz e identifican los conflictos desde una etapa temprana, y eso ha sido demostrado en los análisis hechos por expertos. Además, las mujeres líderes se identifican como pacificadoras efectivas a nivel comunitario y con base a la atención de las poblaciones afectadas que les permite desempeñar un rol importante en la resolución de conflictos. Aseguró Borges que Venezuela gastó 265 millones de dólares en implementos militares en el 2007, casi la mitad del presupuesto de la ONU para el mantenimiento de la paz durante un año.
Por su parte Rosa Elena Acevedo, de Uniandes, presentó una ponencia sobre la “Situación de las defensoras en la frontera venezolana”, en la cual explicó que en la frontera no se cuenta con las estructuras del Estado que den respuesta oportuna a quienes canalizan la defensa de los derechos humanos. Sobre las mujeres defensoras en la región, señaló que el 23% han sufrido algún tipo de amenaza e intimidación por parte de gobiernos locales: alcaldes, concejales, funcionarios del gobierno municipal. 18% por Militares: Ejército, Guardia Nacional, Policía Nacional. Las defensoras en la frontera enfrentan un panorama desfavorable por las constantes amenazas y la falta de apoyo por parte de las instituciones encargadas de respaldar derechos humanos, aseguró.
Estas mujeres están en riesgo, porque en Venezuela el estado de derecho no existe. Están sin garantía alguna para el ejercicio de la defensa de los derechos humanos y tienen necesidad de capacitación y formación jurídica en las normativas legales y de orientación de los procesos administrativos y jurisdiccionales.
Jany Joplin González, coordinadora del área Legal de Cepaz, mencionó durante su presentación sobre el “Acceso a la justicia y la violencia de género en Venezuela” las dificultades que tienen las víctimas y sus familiares para el acceso a la justicia y a la reparación. También anunció el lanzamiento de un modelo innovador de asesoría y seguimiento integrales en un programa de atención de corte psicosocial y legal, que funcionará en alianza con el CEM UCV y Fundamujer. Allí la víctima, sus familiares o allegados inmediatos que se vean afectados, recibirán una asesoría integrada, psicológica y legal, así como herramientas de contención adecuadas de enfrentar su problema vinculando lo emocional a lo legal.
El asesoramiento que se brindará a las víctimas de violencia de género escapará de la visión tradicional, para convertirlo en un único servicio integrado de atención conjunta; es decir, abordaje psicológico y legal integral de un problema complejo.
Selene Soto, de Women’s Link Worldwide, abordó el tema de las “Decisiones y recomendaciones de organismos internacionales en materia de garantía y protección de derechos de las mujeres en Venezuela”. Explicó que desde 2002 los órganos de tratados de las Naciones Unidas de los cuales Venezuela es parte, y el sistema interamericano, han formulado y ordenado cerca de 200 recomendaciones y medidas relativas a la situación de derechos humanos de mujeres y niñas venezolanas.
Aunque existe un marco normativo favorable para avanzar en la eliminación de la violencia contra la mujer, en la práctica dichas normas no han sido implementadas de manera efectiva en Venezuela. La impunidad y la falta de acceso a la justicia para las mujeres víctimas de violencia es uno de los principales temas que se abordan en las recomendaciones formuladas a Venezuela por los órganos internacionales de protección de derechos humanos
La coordinadora de Género de Cepaz, Carolina Godoy, mencionó los datos obtenidos en el Monitoreo de feminicidios. Indicó que en Venezuela nos encontramos en un entorno de violencia generalizada, por lo que la conformación de un registro de femicidios en el país es una necesidad para la toma de decisiones en materia de políticas preventivas, explicó que por eso Cepaz decidió lanzar un Observatorio Digital de Femicidos que permitirá categorizar y analizar los datos recabados a través de los medios de comunicación digital y que los mismos estén disponibles para la prevención del femicidio en Venezuela. Destacó que en el país hubo un femicidio cada 4 días durante el primer semestre del 2019.
Soleir Valecillos, de Espacio Humanitario, analizó los “ODS y Derechos de las mujeres: propuesta de igualdad para la juventud en Venezuela”. Señaló que la emergencia humanitaria afecta de manera diferenciada a las mujeres, por ejemplo en el acceso a productos de higiene menstrual, lo que las obliga a recurrir a alternativas que ponen riesgo su salud, por ende su desempeño en el trabajo y su ingreso. Lo que evidencia que la crisis tiene afectaciones multifactoriales en la mujer. La propuesta a la juventud es que se se eduquen sobre temas de género y desarrollo para seguir analizando estas afectaciones y hacer contribuciones para subsanarlas.
Diyuly Chourio, de Fundación Vida Jurídica, hizo la presentación de la primera ordenanza de género en Maracaibo que tiene de manera integrada las formas y tipos de violencia, especificando dónde deben acudir las mujeres a interponer su denuncia. Fue redactada bajo las normas nacionales e internacionales para prevenir y erradicar la violencia de género y es la primera ordenanza a incorporar los contexto de la Convención de Belem Do Pará, lleva los lineamientos con enfoques de género de las Naciones Unidas, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por otra parte Chourio reconoció los aportes del informe Mujeres al Límite elaborado por la coalición Equivalencias en Acción, para quienes se dedican a analizar las vulneraciones a los derechos de las mujeres en Venezuela.
Maria Corina Muskus (Venezolanas Globales), en su análisis titulado “La situación de las mujeres migrantes en la crisis humanitaria compleja”, explicó que las mujeres y las niñas enfrentan desigualdades y discriminación propias una sociedad machista, al migrar todas estas circunstancias de discriminación incrementan exponencialmente.
Agregó que alrededor del 2% de las mujeres venezolanas migrantes son sobrevivientes de violencia sexual. Las mujeres y las niñas migrantes se encuentran en vulnerabilidad especial que las hace propensas a la violencia. Recalcó que la migración de las venezolanas ha sido forzada y las condiciones de su desplazamiento ha incrementado exponencialmente los riesgos de sufrir violencia al encontrarse en una situación de vulnerabilidad y de desprotección.
Thairi Moya, del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, aseguró que existe una amplia gama de crímenes que se cometen en contra de las mujeres, como embarazos forzosos, prostitución forzada, violaciones sexuales, esclavitud. Históricamente las mujeres han sido las grandes víctimas o grupo vulnerable durante los conflictos nacionales e internacionales. Las violaciones sexuales en el contexto de los crímenes de guerra son usadas para degradar a la víctima, someterla. La Fiscalía de la Corte Penal Internacional busca coordinar esfuerzos para que tanto en la legislación nacional, como en la Corte Penal Internacional para que los perpetradores de estos crímenes sean juzgados.
“¿Por qué la mujer no denuncia? Es una pregunta reiterativa que pone la culpa en la propia víctima en un tono despectivo. La mujer no denuncia porque tiene miedo”, así lo aseguró Ofelia Álvarez Cardier, presidenta de Fundamujer, durante su ponencia “El MIEDO, elementos en la búsqueda de ayuda y denuncia por Violencia de Género Contra las Mujeres”.
Álvarez Cardier señaló que el miedo es un arma de control de las mujeres en situación de pareja violenta. En Venezuela, al no haber datos estadísticos confiables, los casos de violencia de género podrían ser muchos más de los que publican las estadísticas de los cuerpos policiales o la prensa, por los sub registros, y lo no denunciado precisamente por temor al agresor. Atreverse a diseñar proyectos innovadores conjuntos en los que la víctima obtenga el basamento psicosocial para tomar acciones legales, y mantenerlas, disfrutando del apoyo emocional hasta cuando lo necesite, es una manera para que las víctimas pierdan el miedo.
El cierre del II Encuentro Naranja estuvo a cargo de Isabel Zerpa, quien presentó la “Evaluación de la animación sociocultural como estrategia de intervención social para el abordaje de la violencia de género”. Estas animaciones son desarrolladas abordando temas relacionados con participación, salud, calidad de vida, violencia hacia las mujeres y las niñas, educación y curriculum oculto de género.
Concluyó Zerpa señalando que no podemos hablar de educación en derechos humanos, ni cultura de paz, si no están presentes las mujeres, su derecho a una vida libre de violencia y si no hacemos hincapié en su participación y visibilización en todos los ámbitos de la sociedad.
Para finalizar la jornada se realizaron tres mesas de trabajo sobre los retos y prioridades del movimiento de mujeres en Venezuela, a cargo de Isolda Salvatierra (Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres); Agenda internacional de derechos humanos y los derechos de las mujeres, moderada por Quiteria Franco (Unión Afirmativa) e Irene Coello (OCHA); y la Situación humanitaria y principales vulnerabilidades en las mujeres a cargo de Katherine Martínez (Prepara Familia), cuyos resultados serán publicados próximamente.