Por Comunicaciones Cepaz
La Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa realizó la publicación del informe “El tiempo que dedican las mujeres al cuidado familiar y su impacto en la pobreza de los hogares”, un estudio realizado en las parroquias Fila de Mariches y Caucagüita del municipio Sucre del estado Miranda.
La investigación tuvo la finalidad de conocer la economía de los cuidados en medio de la emergencia humanitaria compleja en Venezuela y la pandemia de la Covid-19, enfocaao en el impacto diferenciado en las mujeres.
La ausencia en el país de políticas públicas en relación a los cuidados dificulta la comprensión de las distintas realidades de las mujeres en situación de pobreza y precariedad, e imposibilita brindarles respuestas.
El estudio contó con la asesoría de Rosa Paredes, socióloga, coordinadora del área de estudios de la mujer de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y profesora de las políticas públicas dirigidas a las mujeres. El estudio se enfocó en el trabajo remunerado y el no remunerado, que incluyen los cuidados y los oficios del hogar, con la participación más de 100 mujeres de las parroquias, entre 18 y 65 años de edad.
La crisis humanitaria ha afectado a todas las personas, pero existe un impacto diferenciado en las mujeres, debido a las cargas desiguales de los cuidados familiares. La población femenina se encuentra en pobreza económica, de ingresos y de tiempo.
Se identificaron diversas actividades domésticas no remuneradas y de cuidado en el hogar: la preparación de los alimentos, la limpieza general, el aseo de la ropa, la alimentación de los niños y niñas de 0 a 17 años, el apoyo en las tareas a las niñas y los niños de 0 a 17 años, el traslado a la escuela de las niñas y los niños de 0 a 17 años, el apoyo a los miembros del hogar de 18 a 59 años, el apoyo a los miembros del hogar mayores de 60 años.
Las mujeres dedican entre 13-16 horas diarias aproximadamente en el cuidado del hogar; las madres dedican 13 horas diarias y las mujeres sin hijos dedican 9 horas diarias.
Dependiendo del tipo de hogar varían las horas, las mujeres en el hogar nuclear dedican 15 horas. En el hogar extendido donde se encuentran la pareja, los hijos y otros familiares, dedican 11 horas diarias. En el hogar compuesto, con la pareja, los hijos y otras personas, dedican 9 horas diarias. En el hogar unipersonal dedican solo 1 hora diaria
Las mujeres más jóvenes, entre 15-24 años de edad dedican, mayor cantidad de horas a los cuidados, aproximadamente 16 horas, y las mujeres con más de 65 años dedican dos horas a los cuidados.
Según la situación ocupacional, las mujeres con trabajo formal remunerado dedican 10 horas diarias a los cuidados del hogar; en el trabajo informal remunerado dedican 12 horas diarias; las mujeres que no cuentan con un trabajo dedican 15 horas diarias a las actividades no remuneradas y por último, las mujeres que buscan trabajo, dedican 16 horas diarias.
Consideraciones finales
La población femenina no percibe las desigualdades de género que se presentan en la cotidianidad, especialmente en sus hogares, ya que las conductas han sido internalizadas como naturales. Señalaron las participantes en el estudio que han reducido o eliminado la compra de proteínas y medicamentos esenciales, llegando a sentirse angustiadas por las responsabilidades en el hogar, sumado a la situación de los servicios públicos de salud, la energía eléctrica, el agua, el gas y el transporte, teniendo exclusivamente el acceso a alimentos a través de las cajas CLAP.
Las mujeres resaltaron que existen organizaciones que realizan proyectos que ayudan en el empoderamiento femenino, mejorando su vida personal, las decisiones y las acciones ejecutadas en las familias. Durante la pandemia de la Covid-19, expresaron que el tiempo dedicado a los cuidados han aumentado y los problemas económicos se han profundizado en los hogares venezolanos.
Los desafíos para la creación de políticas públicas son diversos, como el abordaje de aspectos cruciales referentes a la pobreza de las mujeres y sus familias, siendo necesario crear y ampliar los servicios de cuidado para los menores de edad y la tercera edad. Igualmente, los programas sectoriales y locales públicos de servicios de cuidado deben estar relacionados con las políticas de educación, salud, y protección social.
Las políticas dirigidas a las mujeres jóvenes que se encuentran en ejecución, deben cambiar los mensajes que refuerzan los estereotipos sexuales. En Venezuela, la aplicación regular de las Encuestas del Uso del Tiempo (EUT) es necesaria, así como fomentar políticas que proporcionen los cambios culturales mediante campañas comunicacionales e incentivos para la transformación de los estereotipos y los roles tradicionales de la paternidad y la maternidad.