En la primera mitad del siglo XX, fueron pocos los logros y avances de las mujeres. En 1936, se creó la primera organización de mujeres en Venezuela, la Asociación Venezolana de Mujeres (AVM). Posteriormente, se logró obtener el derecho al voto femenino. Gracias a la participación activa de las organizaciones internacionales, se continuaron avances importantes como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres y su Protocolo facultativo, en la Asamblea General de Naciones Unidas en 1979, con el compromiso de los Estados para promover el documento y la declaración de leyes, expresó Lilia Arvelo.
En el caso de Venezuela, se realizó la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer, en la Comisión Bicameral para los Derechos de las Mujeres. En el año 1998, se creó la primera Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la familia, que se realizó en Venezuela, fundamentada en los convenios internacionales, como la Convención Belém Do Pará, la cual dió promovió la creación de la legislación mencionada anteriormente, en el país. Luego, fue modificada en 2007 y ahora, es la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual no es solamente a las mujeres, sino también a las niñas.
Lilia Arvelo expresó que las mujeres son sujetos de derechos, porque los han luchado y no se debe esperar a que se garanticen los derechos, sino desde el trabajo y la exigencia. Muchas veces, las mujeres trabajan para merecer mejores cargos, para tener mayor participación en la vida política de los países.
La Constitución menciona la igualdad, de derechos, sin diferencia de raza, sexo, religión, entre otros. Además, Arvelo expresó que el problema comienza en la educación, porque desde los primeros años de vida se debe educar para la igualdad, el respeto, para acabar con el machismo, en el que la mayoría de los hombres tengan que estar en los cargos superiores, que sean los llamados a ser Presidente de un país.
Para 2021, solo 12 mujeres tenían cargos altos, entre Presidentas o Jefas de gobierno en el mundo y lo hicieron muy bien. Sin embargo, la cantidad, aún sigue siendo un desafío, al ser las mujeres, la mitad de la población. En los Parlamentos, Concejos Municipales, Alcaldesas, Gobernadoras, Presidentas de la República, cargos altos a nivel de las instituciones autonómas privadas y públicas, organizaciones gremiales, sindicatos, deben tener la posibilida de acceder a dichos espacios de poder.
Hoy, las Universidades tienen más del 50% de su matrícula, de mujeres, en el que no hay carreras excluyentes. Para finalizar, Lilia Arvelo concluyó que ningún país se desarrolla sin la participación igualitaria de las mujeres.